martes, 17 de junio de 2008

La Revolución “pipona”

Muchos años atrás solía guardar las predicciones que hacían al inicio del año los discípulos de Nostradamus y las sacaba varios meses después para buscar los aciertos y los errores de los adivinos.

Cambié esa costumbre por otra más divertida: guardar los discursos presidenciales de Año Nuevo y las promesas de los políticos, dos fuentes inagotables de optimismo falso, de imaginación para el engaño y de estafa a la credulidad colectiva.

El 1 de enero, por ejemplo, mientras escogía las noticias de los países latinoamericanos para las páginas del diario donde laboro, reparé en un despacho de la agencia EFE que titulaba “Presidente de Ecuador asegura que 2008 será de grandes concreciones”. Lo leí e imaginé al Rey Sol, Supremo Emperador del Cambio y Apóstol Bíblico de la Revolución Ciudadana sonriendo eufórico ante el periodista, con esa sonrisa de utilería que más parece una mueca, con esa sonrisa más falsa que las protestas de lealtad de Judas en la noche aquella.

¿Y qué dice éste estadista que pasará a la historia universal como un sabio digno de haber vivido en el siglo de Pericles? Lean ustedes estas perlas:

“Esperamos que el 2008 sea un año de grandes concreciones, de un Gobierno consolidado que con nuestro propio presupuesto pueda empezar muchas de las tan necesarias hidroeléctricas que requiere el país.
“El 2008 será un gran año. Avanzará la Revolución Ciudadana. Avanzará el país”.
“Que el 2008 puedan encontrar (las familias ecuatorianas) esa paz, esa dignidad, esa fraternidad que todos merecemos. Que se hagan realidad esos pequeños sueños, esos sueños de vivienda, de empleo, de un ingreso digno”
“En mi administración se ha logrado recuperar la producción petrolera y ha habido el mejor año agrícola en mucho tiempo, el desempleo ha dejado de subir y está en franca caída”.

Nuestro “Walter Mercado” de Carondelet cambia las capas del “psíquico” portorriqueño por camisas con florcitas y ambos se parecen en aquello de timar a sus clientes o a sus súbditos.

El país no ha avanzado un milímetro pues la inversión es cada día más baja, la inflación incontrolable es un azote a la economía popular y sube aceleradamente el desempleo. Los “sueños de vivienda” no pueden cristalizarse porque Correa no ha cumplido con su oferta de cincuenta mil soluciones habitaciones al año y el “ingreso” es cada día más indigno pese a ciertas medidas asistencialistas que empatan con la caridad. La “recuperación petrolera” es una mentira pues el país ha perdido cientos de millones de dólares por la baja en la producción desde que los “genios” de la economía y la administración se hicieron cargo del gobierno. De fraternidad mejor no hablar: cada día Correa, obnubilado por el odio a Guayaquil, crea un clima de beligerancia y de caos. Y por hacer daño a Guayaquil planta sus garras en todos los organismos seccionales que afrontan hoy la pérdida de su incipiente autonomía en beneficio de un centralismo más radical que aquel que nació de la Revolución Juliana de 1925.

La única concreción de la “Revolución Ciudadana” es el crecimiento hipertrofiado del “piponazgo”. Nunca en la historia del país, ni siquiera en los aciagos días del “alarconato”, del “bucaramato” y del “gutierrismo”, tres siniestros capítulos de nuestra historia, habíamos visto crecer la burocracia dorada que Correa prometió desterrar para siempre. El 15 de enero de 2007 habían 15 ministerios, hoy son ya 34 con una explosión de “superministerios”, “ministerios coordinadores”, “ministerios regionales” y “secretarías con rango de ministerios”. Nunca los “pipones” pensaron que bajo la Revolución Ciudadana encontrarían su Isla del Tesoro.

Pero la plaga se ha regado más allá de los límites palaciegos. Los diarios informaron hace pocos días que en el IESS habían ingresado 2.500 nuevos empleados bajo la consigna de que “La Patria ya es de todos” y por tanto había llegado la hora de reclamar su parte en esta rara “Patria presupuestaria”. El ilustre “maestro” del presidente Correa, Francisco Arellano Raffo, introdujo en la Superintendencia de Compañías 110 empleados, todos ellos cotizantes de los “diezmos”, esto es parte del sueldo para Alianza País, contribución que el mandatario “santificó” como buen católico que es. En el Ministerio de Obras Públicas los empleados denunciaron que hay más de 400 nuevos “compañeros” que sólo aparecen a cobrar. Correa amenazó a la empleada “chismosa” con cancelarla y enjuiciarla si no presentaba pruebas. Los dirigentes de los trabajadores de Obras Públicas ya llevaron a la televisión las pruebas pedidas por el presidente. Ahora saldrá con que el conspicuo bucaramista Jorge Marún se quedará en el ministerio por haber sido su “profesor” de vaya a saber qué oscuras materias.


¿Cuántos nuevos cargos ha creado el Rey Sol que no gobierna porque anda siempre en campaña y destilando veneno contra Guayaquil? Sería interesante que alguna ONG haga un estudio de cómo y cuánto ha crecido el voluminoso abdomen de la REVOLUCION PIPONA.

miércoles, 11 de junio de 2008

Inmigración, Asamblea y Nepotismo

En tiempos de la "Revolución Ciudadana" nos vamos acostumbrando a los actos de corrupción que tanto se juró desterrar cuando se prometió cambiar la vieja política a partir del 15 de enero del 2007, fecha del arribo al poder del nuevo "Rey Sol" que se negó a jurar su obediencia a la Constitución vigente.
Poco después de la asunción presidencial el país miraba absorto a un ministro de economía tratando sobre un oscuro tema de la deuda externa con un ex ministro y negociadores "de agache" que ofrecían gruesas sumas por ciertas medidas oficiales. Todo habría quedado entre las impersonales paredes de un hotel si un asesor resentido, que oficiaba de cineasta, no hubiera revelado el transfondo corrupto de la extraña cita.Cuando el país esperaba que el presidente Rafael Correa cumpliera el compromiso de sepultar la corrupción, éste salió a garantizar la buena conducta del ministro y a decir que se trataba de una maniobra planeada para coger con las manos en la masa a los que se enriquecían con la deuda.

Desde entonces los enredos malolientes se multiplicaron. Emergencias eternas para asignar contratos sin control legal, asignación de las tareas de vialidad al Cuerpo de Ingenieros del Ejército para ganarse el apoyo de los uniformados, compra de votos a congresistas en la histórica "Noche de los manteles", agresiones de la Policía a congresistas no alineados con el oficialismo, asignación directa de un millonario paquete de inversión en electricidad a ENARSA, una empresa privada argentina mezclada en el episodio del "Maletagate" con 800 millones de dólares de por medio, entrega de los recursos petroleros a la Armada Nacional, medida que ha significado una pérdida millonaria para el país por mala administración, intromisión en el funcionamiento de la Asamblea Constituyente para lograr una Constitución a la medida del ansia megalomaníaca del presidente, ataque injustificado a Guayaquil y sus instituciones, y muchos otros capítulos ingratos cuya enumeración ocuparía todo un libro.
Una de las últimas escenas de la descomposición moral del régimen ha sido el respaldo total del primer mandatario al Superintendente de Compañías, elegido por una mayoría de la "partidocracia" por el Congreso tan detestado, autor de los famosos "diezmos", creador de puestos inútiles pero bien remunerados y acusado por los empleados de la dependencia de actos ilícitos. La postura presidencial resultó de lo más sorpredente: "el Superintendente fue mi profesor y por tanto es honrado". Una alegación muy propia de los tiempos del Bucaramato y de los tiempos del "coronel ingeniero".

Quienes vivimos fuera del país también hemos vivido episodios de corrupción, negligencia, engaño y atropellos. Desde el nombramiento de Secretario Nacional del Migrante a un individuo que hoy se presenta como "doctor" y pretende transformarse en crítico del gobierno que lo sacó del anonimato para hacerlo "ministro", pese a que no tenía ninguna instrucción que garantizara una gestión eficiente. Correa sabía que el flamante "ministro" no era otra cosa que un vendedor de celulares en la esquina de 103 y Roosevelt, pero prefirió pagar con un cargo la adhesión babosa del "ministro".


En noviembre de 2007 la comunidad ecuatoriana e hispana observó escandalizada la conducta de la consul ecuatoriana en Nueva Jersey quien, a pretexto de combatir la corrupción, encerró a los empleados en las oficinas consulares en Newark y llamó a los agentes de Inmigración para que detengan y deporten a dos empleados, uno de los cuales intentó lanzarse a la calle desde el tercer piso del edificio. Los diarios de Nueva York le dieron portada al insólito caso de una consul delatando a Inmigración a sus compatriotas, a quienes estaba obligado a defender. Las autoridades de la cancillería pretendieron ocultar el escándalo y ofrecieron una investigación. El presidente Correa, quien ha llorado varias veces en España conmovido por el drama de los inmigrantes, defendió a la consul Jessica Escala y la ha mantenido en el cargo. Cancillería no ha dicho nada del resultado de la investigación y la Policía de Newark jamás recibió denuncia alguna por tráfico de pasaportes en el consulado.

El pasado 28 de mayo el consulado de Nueva York fue escenario de una cita de inmigrantes para formar cuerpos de voluntarios que laboren en la Casa Ecuatoriana en Nueva York, una institución oficial que se dice brindará asistencia a los inmigrantes. Quien dirigía la reunión, de manera sorpresiva, puso a consideración de unos cincuenta asistentes, una terna enviada por la Secretaría Nacional de Migración desde Quito para que se resuelva sobre el orden de precedencia, previo el nombramiento de Coordinador General de la nueva institución, un puesto muy bien remunerado. En la terna figuraba Antonio Arízaga, un apreciado dirigente comunitario del Frente Unido de Inmigrantes, quien no se hallaba en la sala ni había sido consultado para integrar la lista. Como era de esperarse en un cónclave al que se había citado por teléfono a una mayoría de adherentes al Gobierno, el ganador, por 34 votos fue el abogado Julio Vera.

Pero a pocas horas de este "ejercicio democrático" en el que la SENAMI "consultaba" a los inmigrantes antes de hacer un nombramiento, se supo los entretelones de la pantomima. Unicamente se trataba de darle un barníz de consulta a un acto ya decidido en las alturas y que pone de relieve el componente de nepotismo del Gobierno, al mejor estilo de la farándula gutierrista. El abogado Julio Vera, quien a estas horas debe estar ya nombrado, es el cónyuge de la asambleísta por los inmigrantes en Estados Unidos y Canadá, Linda Machuca, conspicua representante del socialismo del siglo XXI, quien no habla ni propone nada en favor de quienes la eligieron, pero tiene siempre su dedo alzado para votar por el "cambio".






En un discurso pronunciado el 1 de enero de este año, el "Rey Sol" Rafael Correa dijo, según lo reportó la agencia de noticias EFE, que el país necesitaba "un cambio profundo, rápido, radical frente a una Patria que se deshacía por la inequidad, la corrupción, la politiquería".¿No es precisamente ésto lo que estamos viendo cada día? ¿ No fue el 15 de enero del 2007 el último día del despotismo y el primero de lo mismo? ¿No es el nombramiento del esposo de una asambleísta una muestra de nepotismo y politiquería?